Zona de Confort

By Published On: 12 de enero de 2013Categories: Personal

El cambio es lo único permanente, y el mundo actual está atravesando por un proceso dramático de cambios que producirán un nuevo orden, el cual parece inminente.

En épocas de transformación muchos sucumben, pues el ser humano tiende a sentirse cómodo con lo conocido. Por tanto, sólo aquellos que son lo suficientemente flexibles y adaptables, asumen las variaciones y un continuo proceso de aprendizaje que les permite avanzar.

Debo confesar que, en lo que a mi respecta, es mas fácil decirlo que hacerlo. Me ha costado mucho aprender a ir con la corriente. Sobre todo en los últimos 6 ó 7 años, a partir de cuando decidí dedicarme a mi propio negocio y asumir todo lo que ello conlleva.

Los beneficios son incontables, y por eso, la mayoría sueña con ser su propio jefe alguna vez en la vida. Pero la responsabilidad y los riesgos son muchos, cosa que aprendí sobre la marcha.

El tener que pagarle a todo el mundo antes que a mí, financiar operaciones para poder salir a flote, tener que ver con todos y cada uno de los procesos, fueron algunas de las tantas cosas con las que me enfrenté.

Pero todo eso que, inicialmente encaré con mucho susto, y que al pasar de los años se han vuelto cotidianas, me han hecho aprender que cuando tienes tus metas claras, trabajas con tesón, te apegas a tus valores y das el todo por el todo para satisfacer a tus clientes, tienes el camino al éxito asegurado, a pesar de los tropiezos.

No niego que cuando me ví haciendo trabajo de campo, mensajería y decenas de cosas que no hacia desde hace tiempo, añoré mi antiguo puesto gerencial, rodeada de aduladores a los que no les importaba yo, si no lo que yo representaba.

Pero me mantuve enfocada en la meta, pues a pesar de todo eso, la satisfacción de abonar cada día el terreno de lo propio y saber que estaba trabajando en función de mi libertad financiera, eran alicientes suficientes para salir adelante.

Con todo esto aprendí que sólo asumiendo el cambio podemos crecer, cambiar, adaptarnos, mejorar, expandir nuestros horizontes. Y por ende, ser el mejor ser humano que podamos llegar a ser.

Los grandes emprendedores que nos han servido de ejemplo e inspiración a lo largo de la historia, han desafiado lo establecido y por eso lograron trascender.

Es tentador quedarnos en lo conocido. Pero si no nos esforzamos por crecer por cuenta propia, la misma vida se encargará de empujarnos. Y no siempre es una experiencia agradable si no estamos preparados.

Planifica tu vida. Delimita tus metas y ponles fecha. Y cada día da pequeños pasos para lograrlas. De ese modo irás retándote a tí mismo y producirás los cambios que necesitas para crecer.

Es un proceso constante que tiene lugar durante toda la vida. Es indetenible y permanente. Pero bello y gratificante.

Que tengan un buen viaje.

About the Author: Webmaster

Suscríbete a mi newsletter y recibe información de valor cada semana para impulsar tu marca.