La buena crisis
En el libro La Buena Crisis de Alex Rovira, leí algo con lo que concuerdo totalmente. Es una idea que en mi entorno, ha sido motivo de discusión más de una vez.
Debo confesar que como en muchas otras ocasiones, cuando compré el libro, no me tomé el tiempo de leer el prólogo. Me emocioné al ver el título y me dispuse a adquirirlo junto con otros libros que llamaron la atención en ese momento.
Cuando comencé a leerlo no tenía el enfoque que esperaba. Para mi sorpresa, fue mucho mejor. Porque Rovira da un giro insospechado hacia lo que son las crisis y lo que ellas representan en nuestras vidas.
Una de las cosas que más me llamó la atención de esta obra, fue la cita que hace el autor de algo escrito por Emilio Lamos de Espinosa, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y director del Real Instituto Elcano.
Dicha cita reza: «La actual revolución científico-técnica no ha hecho sino comenzar. Sin embargo, la sabiduría de la que disponemos no es hoy mucho mayor de la que tenían Confucio, Sócrates, Buda o Jesús. No parece haber mejorado mucho en los últimos tres mil años y, lo que es peor, no sabemos bien como producirla. Tampoco diría que ha retrocedido, pero si que es casi una constante que ha variado poco o nada en los últimos siglos. O lo que es lo mismo: sabemos qué podemos alcanzar, y no tenemos ni idea de si debemos alcanzarlo porque sin sabiduría no hay manera de vivir. Cuando aceptamos que la ciencia es el único saber que vale, relegamos a la oscuridad la poca sabiduría que nos queda. En España, incluso, materias escolares como la filosofía han quedado eliminadas del curriculum alguna vez».
Según el catedrático: «Cada vez sabemos más qué podemos hacer (cada vez podemos hacer más cosas), pero sabemos menos qué debemos hacer, pues incluso la poca sabiduría de la que disponemos la menospreciamos».
El enfoque puede parecer pesimista y poco halagüeño. Pero en mi opinión no es así. Me parece que pone en perspectiva el hecho de que cada vez más la gente se deja llevar por lo que dictan los medios, por lo establecido.
A lo largo de la historia, solo personajes como los que cita Lamos de Espinosa, aquellos que han roto paradigmas, han hecho cambios significativos. Sin embargo, en nuestras escuelas suele ocurrir en en lugar de plantar la semilla de la duda en los jóvenes, para incentivar su sentido crítico, muchas veces se castiga. Pareciera se que el sistema educativo premia a los seguidores y no a los líderes.
Sin embargo, según Rovira, las crisis nos ayudan a crecer y a madurar, si buscamos el aprendizaje en estas situaciones. Nos habla de cómo estas nos obligan a pensar y nos dan la oportunidad de crecer a nivel personal, psicológico y espiritual. Y de qué modo el dolor es inevitable para poder hacer cambios que nos lleven a una verdadera transformación. Y por ende, a una mejor versión de nosotros mismos.
Buscar el lado positivo de cada problema aparente, es una sabia forma de afrontar la vida. Y es un modo de buscar lo bueno que trae consigo la crisis.
Suscríbete a mi newsletter y recibe información de valor cada semana para impulsar tu marca.
Comentarios recientes