Como hierro forjado

Dicen por ahí que tu oficio no necesariamente define quien eres. A lo que yo agrego, el hecho de ser ingeniero no necesariamente te hace ingenioso.

En un país donde muchas carreras se estudian por moda, y la mayoría del estudiantado opta por títulos de unas 5 o 6 carreras universitarias formales, si tomáramos la profesión como parámetro para medir la personalidad, tendríamos una sociedad muy estereotipada.

Y si hablamos de los puestos de trabajo, la situación es aun peor. Son mas de uno los que confunden sus posiciones con quienes son y no se detienen a medir que la deferencia con la que suelen ser tratados, se debe mas a las instituciones y los intereses que representan, que a si mismos.

Pero como la vanidad es una de las mayores debilidades de los seres humanos, regodearse en el poder y las adulaciones suele ser la tendencia. Pero, cuando el árbol al que se arrimaba es cortado y da el solazo, la triste realidad asoma.

Es ahí cuando se sabe cuales son los amigos, con quien se cuenta, y quien es quien.

Vivimos en una epoca en que la imagen es mas tomada en cuenta que la sustancia. Y las apariencias mas apreciadas que los valores. Y es precisamente por eso que las confusiones de roles y personalidades estan a la orden del dia.

A mi humilde entender, las cosas realmente valiosas son aquellas que se logran con teson. Con trabajo fuerte y sostenido. Son este tipo de cosas las que perduran con el tiempo, y por las que vale la pena luchar.

Como hierro forjado, golpe a golpe, bajo las intensas temperaturas de las brasas, se va formando el carácter. Se van moldeando y puliendo los talentos. Se crece y se destacan los vencedores.

Estar claro en que el rol que se ocupa en un momento determinado no necesariamente define la personalidad. Y asumir el compromiso de apegarse a los valores que se asumido como propios, son decisiones valientes. Y nuestra sociedad moderna necesita mucha mas gente que acoga esta tendencia.