Mira el gigante en cada quien

Ver el potencial de las personas, más allá de la imagen actual que tenemos de ellas, puede tener un efecto importante en sus vidas.

El otro día escuché a alguien decir que en su nuevo negocio le había resultado más fácil conseguir apoyo de personas desconocidas que de sus propios amigos.

Dijo sospechar que sus amigos, al conocer sus limitaciones o aquellas que creían lo eran, se enfocaban en las mismas, en lugar de confiar en su potencial.

Eso me hizo reflexionar sobre cuántas veces hacemos lo mismo. Nos circunscribimos a aquello que creemos conocer de alguien sin ver más allá.

Quizás recordamos a ese colaborador principiante que al que entrenamos. O nos vienen a la mente los fracasos que tuvo que enfrentar. Olvidando cómo ha crecido y lo que ha aprendido de sus errores. Y más aún, todas las posibilidades que sus deseos de superación encierran en sí.

Así como David venció a Goliat, todos tenemos un gigante en potencia que podemos revelar en la medida en que nuestros sueños y el trabajo equivalente se pongan de manifiesto.

Conviene dar una oportunidad a aquellos que luchan por sus sueños. Veamos el gigante en cada quien.

Enfoquémonos en la persona en la que se podría convertir y no solo en la que vemos ahora.