Hacer espacio para el porvenir
Luego de mucho aplazarlo, decidí aprovechar el fin de semana y organizar mi closet. Una tarea titánica que no disfruto del todo, pero que en verdad necesitaba realizar.
Suelo limpiar mi closet un par de veces por año, pero esta vez lo aplacé, y quedé atónita cuando vi la cantidad de cosas que había acumulado.
Me horroricé al ver piezas sin usar, todavía con su etiqueta. Otras que apenas usé un par de veces.
Y mientas organizaba al ritmo de la música, y cantando a todo pulmón, se me ocurrió que debemos hacer espacio sacando lo viejo, lo que ya no usamos, lo que ya no hace falta, para permitir que las cosas buenas que están por venir encuentren lugar para alojarse.
También me llegó a la mente que, a veces nos quejamos por tonterías, preocupándonos aquello que creemos que nos falta, cuando tenemos tantas cosas por las cuales dar gracias.
En contraste, hay otros que carecen de todo. Y es tanto el bien que podríamos hacer con solo dar un poco de lo que tenemos.
Se sintió bien el ejercicio de reducir la cantidad de cosas en mi closet, dejar todo organizado y limpio. Pero se sintió aun mejor saber que al donar algunas de esas cosas otros se beneficiaran y podrán sacarles provecho.
Pude saborear el hecho de que hay mayor gozo en dar que en recibir. Y aun mejor, salir de la zona de confort y dejar de lado los pensamientos que provienen de las carencias y el miedo, que nos impulsar a tratar de retener.
En cambio, con esta acción cambié mi energía asiéndome a los pensamientos de abundancia, manteniendo el flujo de dar y recibir.
Así como hice con mi closet, pretendo aplicarlo en todos los aspectos de mi vida. A veces, menos es más.
Y si queremos seguir recibiendo, debemos dar. Y a la vez, hacer espacio para las cosas buenas que están por venir.
Suscríbete a mi newsletter y recibe información de valor cada semana para impulsar tu marca.
Comentarios recientes