En Maratón de la Vida

Debía tomar un vuelo temprano, por lo que tuve que madrugar para salir para el aeropuerto.

Para mi sorpresa,  en los pasillos del hotel me encontre con un trafico fuera de lo normal para las 5:00 a.m.

En el ascensor, una chica vestida de ropa depotiva iba abrazada de su novio, mientras su madre la contemplaba con mirada compasiva.

Al dirigirme a la recepcion me tope con canastas llenas de barras de proteina, guineos y botellas de agua.

Muchas otras personas vestidas con ropa deportiva caminaban de un lado a otro. Otros ya se disponian a salir llenos de anticipacion y entusiasmo.

Fue entonces cuando recorde que hoy se realizaria el Maraton de New York. Un evento que coincidio con mi salida de esta ciudad que tanto me gusta, al que me hubiera gustado asistir como expectadora, pero al que por razones obvias no podria ir.

Para mi, nacida y criada en El Caribe, la temperatura estaba fria la ciudad. Unos 13 grados celcius, por lo que vestia chaqueta y bufanda.

En contraste estos deporistas usaban camisetas sin mangas y pantalones cortos.  Y de manera voluntaria se disponían a recorrer 42 kilometros para hacer honor a una tradicion que inicio en Grecia alrededor de 490 años antes de Cristo.

Me desconcerto un poco todo este alboroto. Y mientras viajaba en el taxi me preguntaba, que mueve a tanta gente a prepararse por tan largo tiempo para poder competir en el un evento que requiere de un esfuerzo sobrehumano.

Que se necesita para alimentar diariamente ese deseo de madrugar para entrenar, hacer grandes sacrificos y dar el todo por el todo por lograr alcanzar la meta.

Se me ocurrio que se trata de la persistencia para disiciplinarse y  demostrarse que si se puede.

Tiene que ver con deponer las gratificaciones momentaneas en pos de un disfrute mayor. La sensacion de logar un objetivo que requiere de esfuerzo titanico que solo unos pocos cuentan en su haber.

Siempre he fantaseado con la libertad que se debe sentir al correr kilometros y kilometros con el viento en la cara y ver los primeros rayos de sol.

Y a pesar de que me considero una persona enfocada, nunca he renunido el valor para embarcarme en una aventura como esta.

Celebro a los miles de atletas que hoy correran 42 kilometros y los muchos que han viajado de diferentes partes del mundo para unirse a este evento.

Felicito tambien a aquellos que estan corriendo sus propios maratones, enfrentando retos para lograr sus metas.

Cada cual tiene el suyo y mientras recorre su camino identifica cuales son aquellos objetivos por los que debe luchar

En lo que mi respecta, este hecho me ha servicido de inspiracion para seguir adelante, disfrutando cada dia en mi maratonica vida, de la cual, con suerte, aun me quedan muchos capitulos por escribir.