El Tránsito de la Vida

By Published On: 3 de diciembre de 2012Categories: Personal




En la vida hay gente que viene de paso y gente que se queda, pero de una forma u otra, todas y cada una de las personas con quienes nos topamos dejan huellas en nosotros, a veces imperceptibles.

Nosotros también las dejamos, a veces positivas, a veces no tanto. Y de vez en cuando, para nuestra sorpresa, nos damos cuenta que hemos tocado de algún modo a alguien y ni siquiera nos habíamos dado cuenta.

Hay gente que viene sólo de paso y se retira tan pronto ha cumplido su misión.  Otros nos acompañan durante todo el viaje, y están ahí apoyándonos en todo momento.

Cuando alguien sale de nuestra vida, las despedidas suelen ser dolorosas, porque los seres humanos solemos no estar preparados para las separaciones y el desapego. En especial cuando es un familiar o un amante.

Si la separación es bien manejada, el proceso puede resultar menos doloroso. De lo contrario, puede causar heridas que tardan en sanar.

Y son precisamente, las heridas infringidas por aquellos que más amamos las que más duelen. Porque cuando damos amor, esperamos la misma respuesta, y no siempre sucede así.

Conviene perdonar, buscar la enseñanza encerrada en la situación y seguir adelante. Conlleva su proceso, pero no vale la pena perder tiempo haciéndose la víctima, pues al fin y al cabo, nadie se queda en tu vida más del tiempo debido

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