COSAS QUE NADIE TE DICE ANTES DE EMPRENDER

El emprendimiento está de moda. Cada vez más personas deciden iniciar sus propios negocios y convertirse en sus propios jefes.

Es de conocimiento general que el 80% de los negocios fracasan entre el primer y tercer año; y de este porcentaje, la mayor parte lo hace durante el primer año.

Tengo la dicha de tener mi agencia, Stimulos Creativos, desde hace once años, y he pasado por todos los ciclos habidos y por haber.

Hablando desde mi experiencia, hay cosas que me hubiera gustado tener claras desde el principio, pero que nadie me dijo.

A continuación, te comento unas cuantas que espero que te sirvan:

1. Trabajarás más y más duro. Muchos hemos soñado con ser dueños de negocios, pensando que trabajaremos menos, y nos damos al traste con el hecho de que terminamos invirtiendo más horas en lo que hacemos. Esto es especialmente cierto al inicio, cuando nos vemos haciendo muchas tareas que antes estaban distribuidas entre un grupo de personas. Aun así, una de las recompensas de independizarse es que puedes manejar tu tiempo a discreción. A esto se suma la libertad de poder aplicar tus propios criterios en tu empresa.
2. Tu negocio no es caja chica. Gastar indiscriminadamente todo lo que se produce es uno de los factores que aniquila a los nuevos negocios poco tiempo después de su inicio. Tu negocio no es una caja chica, por tanto, no todo el dinero que entra es tuyo. Es por eso que debes asegurarte de cumplir con los compromisos contraídos, y hacer las reservas pertinentes para respaldar la operación en caso de que ocurra alguna baja.

Lo recomendable es que te asignes un salario y vayas haciendo ajustes a medida que el negocio vaya creciendo. La vida es una montaña rusa, y para quienes no tienen un ingreso fijo, tener un ahorro equivalente a varios meses de gastos, puede ser el salvavidas en tiempos de dificultades.

1. Finanzas para no financieros. Para poder mantener la empresa a flote, muchas veces tendrás que recurrir al financiamiento externo, poniendo en riesgo tu propio patrimonio. Nuestro sistema financiero y la forma de pago de algunos clientes, cuyos plazos se sobrepasan mucho más del tiempo límite establecido, ponen mucha presión a las empresas pequeñas que se ven en desventaja frente a otras más grandes. Para tales fines las instituciones financieras son tus aliadas, y ya todas cuentan con departamentos PYMES con personal dedicado para tales fines.

Afinar el lápiz y tener claro el impacto financiero que eso tiene en tu operación, es clave para que al final no resulte que en lugar de ganar termines perdiendo.

1. Rodéate de sabiondos. Al iniciar tu propio negocio es posible que pases de especialista a generalista, y que la mayoría de las responsabilidades estén concentradas en ti. Por tanto, no es necesario que lo sepas todo, pero sí que te rodees de personas que te complementen. Es posible que te tome un tiempo armar un equipo conforme a tu visión. Pero cuando lo logres, delega y empodéralos. Y a partir de entonces podrás ser mucho más efectivo.
2. Tu capital social es una gran riqueza. El networking es vital para enriquecer tus relaciones personales y profesionales. Pues los negocios se dan entre personas. Así que, valora y cuida tu grupo de amigos, suplidores, colaboradores y socios estratégicos. Acude a actividades de tu gremio, relaciónate, sé siempre cordial, interésate genuinamente por la gente y muéstrate en actitud de ayudar. Y, sobre todo, da seguimiento a los contactos que hayas para que puedas ir construyendo y fortaleciendo una valiosa red de contactos.

Ser tu propio jefe conlleva sus retos, pero también viene acompañado de una larga lista de satisfacciones. Cuéntame de tus experiencias.