¿Cómo estás?
¡Hola! ¿Cómo estás? Y cuando te pregunto esto, no se trata del saludo regular que se da para salir del paso. Te lo pregunto porque en realidad estoy interesada en saber cómo te va.
¿Cómo está tu vida? ¿Eres feliz? ¿Te estás encaminando hacia el logro de tus metas? ¿Cómo está tu vida espiritual? ¿Cómo está tu vida sentimental? ¿Qué hay con tu relación con familiares y amigos?
Pensarás que soy metiche porque estoy cuestionándote acerca de temas muy personales. Pero en realidad son preguntas retóricas. Mi objetivo es que reflexiones sobre estas cosas.
El devenir de los tiempos modernos nos empuja a estar moviéndonos de un lugar a otro realizando múltiples tareas sin parar. A veces parecemos autómatas, sintiéndonos expectadores de nuestras propias vidas.
Vivir en piloto automático, de manera superficial sin ver más allá que lo próximo en nuestra lista de quehaceres. Al mirar en retrospectiva, a más de uno le ha pasado que luego de sacar balance siente que perdió tiempo valioso haciendo cosas que no le hacían feliz.
¿Cuando fue la última vez que escuchaste tu corazón, que hiciste un ejercicio de introspección?
¿Con qué frecuencia miras dentro de tí y te analizaste? ¿Estás haciendo lo que te gusta? Y si no es el caso, ¿qué estás haciendo para cambiarlo?
¿Estás viviendo la vida que deseas? ¿Estás construyéndola? Y te hago estas preguntas partiendo del supuesto de sabes que dentro de tí estan todas las herramientas que necesitas. Puedes lograr alcanzar la vida que deseas, a pesar de las limitaciones aparentes que puedas ver tú mismo o que te puedan señalar los demás.
¿Te sientes amado? ¿Estás dando amor? Por que se cosecha lo que se siembra. Y si quieres recibir amor, debes darlo. Y de manera desinteresada, pues así es que funciona este principio.
Por lo que te hago otra pregunta, ¿qué estás sembrando?
De nuevo, te pregunto, ¿cómo estás? Ojalá que la próxima vez que te lo cuestiones te tomes el chance de responderte de verdad. Y que cuando se lo preguntes a alguien que amas, lo hagas de modo tal que sienta que en verdad te importa. Que no se trata de una pregunta rutinaria. Y que eso le motive a abrir su corazón y decirte lo que en verdad siente. Y que se abra un canal de comunicación enriquecedor, que alimente su relación.
Pero ahora tú eres lo más importante. Es de tí que estamos hablando. Entonces, luego de tantos cuestionamientos, quisiera que me respondiera la pregunta que ha inspirado este escrito.
¿Cómo estás?
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