Ojo por ojo
«Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego». Mahatma Gandhi.
No responder al otro del mismo modo nos han tratado mal, es una de las cosas más difíciles de hacer. Somos humanos y nuestra reacción natural es reaccionar, defendernos.
Tomar venganza es un arma de doble filo. Primero porque envenena el alma y segundo porque trae sus consecuencias.
La energía no desaparece, se transforma. Y de ese mismo modo, las cosas que hacemos tienen un efecto en el universo que, como un boomerang, tarde o temprano llegan a nosotros multiplicadas.
Si das bien, recibirás bien. Si haces mal, recibirás mal. Y lo pero de todo es que a veces no siempre te toca a ti, si no a los que amas, para que te duela aún más.
Por tal razón el perdón es la mejor cura para sanar. Pues vivir en un círculo vicioso de tira y encoge no debe ser divertido por más dolido o lastimado que se esté.
La vida se encarga de darle a cada quien lo que le toca. Y todo lo que se hace aquí en la tierra se paga, aunque muchas veces no lo veamos.
Haz bien indiscriminadamente, a sabiendas que a pesar de esto es posible que encuentres gente que te pagarámal. Pero, cuando tengas la experiencia de encontrarte con algún vampiro urbano, aléjate lo más pronto posible.
Pero, si lo descubre muy tarde, si llega a clavar su aguijón en ti, perdona y trata de olvidar. Aprende las lecciones que la situación te presente y sigue adelante, confiando en que las cosas saldrán bien eventualmente, y con la tranquilidad de que todo obra para bien.
La venganza nunca es buena. Mata el alma y la evenena, decia El Chavo del Ocho, persona de Chespirito que crecí viendo. Y yo pienso que es verdad.
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