¿Hacia dónde vas?
El otro día tuve un intercambio de ideas con mi sobrino. Yo le llamaba la atención porque estaba pasando mucho tiempo en el barrio donde nos criamos, en compañía de gente de mala reputación.
El me dijo que iba al barrio porque nuestra familia provenía de allí. A lo que le respondí: «No importa de donde vienes si no hacia donde vas».
Nunca he negado mis orígenes. No suelo hacer alardes de eso, con falsa modestia, para mostrar el trayecto recorrido. Pero todos mis amigos y colaboradores cercanos saben que nací y me crié en un uno de los barrios pobres de mi país.
No tiene nada de malo provenir de los barrios. En ellos habitan muchas personas decentes, trabajadoras y serias. Pero no es menos cierto que muchas veces el entorno limita las oportunidades. Que sus originarios suelen ser esteriotipados. Y que muchas veces se atestigua la violencia, la criminalidad y la venta y uso de drogas.
Es por eso justamente que admiro a las personas que se han superado a sí mismas. Aquellas que han logrado librar tantos obstáculos, desafiando todas las probabilidades. Creo que hay más mérito en salir adelante por esfuerzo propio que heredar un apellido de abolengo o una gran fortuna.
Desde pequeña siempre tuve claro hacia donde quería ir. Yo no sabía cómo, porque no tenía los medios. Pero mis sueños eran grandes. Muy grandes. Tanto que muchas veces fui motivo de burlas y tildada de ilusa.
Dicen que todos los caminos llevan a Roma. Dicen también que quien no sabe dónde va llega a cualquier lado. Pero la persistencia y la consistencia son claves cuando decides emprender una peregrinación.
Si tienes una meta clara, si tienes la certeza de lo que deseas alcanzar y pones toda tu energía y tus fuerzas, y trabajas para lograrlo, de seguro lo obtendrás.
Hasta en los momentos de desesperación nunca dejes de intentarlo. Siempre sigue luchando. Levántate cuando caigas y sin importar lo gris que parezca el panorama, sigue dando pasos hacia adelante.
Si tienes un sueño, si vislumbras claramente tu destino, te aseguro que las cosas se irán concretando. Si tiene un deseo ardiente de alcanzarlo, y te mantienes firme trabajando de manera consistente y persistente lo lograrás.
Por eso te digo, y te pido que me creas esto: no importa de donde vienes, si no hacia donde vas.
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