Etiqueta y protocolo en la redes sociales

Por: Irene Morillo

El cybermundo es «donde» pasamos cada vez más tiempo y en donde están la mayoría de las herramientas a través de las cuales nos comunicamos actualmente.

El hecho estar detrás de la pantalla de un smartphone o una computadora, permite que más de uno reúna el valor para proceder de un modo diferente al que lo harían si estuvieran frente a frente a las personas a las que se están dirigiendo.

Mucho se ha hablado del bullying en las redes y las razones para tener cuidado por motivo de seguridad.

Por tanto, nos parece propicio hablar de las reglas de etiqueta y protocolo que debemos guardar, al momento de comunicarnos mediante las redes sociales.

A continuacion algunos aspectos a tomar en cuenta:

• Cuida tu ortografía. El que te estés comunicando de manera virtual no es excusa para cometer los «horrores» ortográficos que vemos por ahí a diario. El medio no cambia las reglas del idioma, y ciertamente algunos modismos adoptados a través de estos canales suelen dificultar entender claramente el mensaje que deseas comunicar.
• Atención al uso de las mayúsculas. Como ya es bien sabido, escribir en mayúscula en Internet es sinónimo de gritar.  Así que, aunque te veas tentado a hacerlo, toma en cuenta como podrían interpretar esto tus interlocutores.

• Se respetuoso. Evita discusiones y comentarios desagradables.  Las redes sociales no son la mejor herramienta para demostrar desacuerdos, discutir ni insultar.  Y lamentablemente es algo que vemos más veces de las que quisiéramos. Recuerda que lo que está por escrito, por escrito se queda, así que revisa bien el texto y asegúrate de estar cómodo con ello antes de publicarlo.
•  Pon atención a tu huella digital. Ya la gente no pregunta tu número de teléfono, más bien por tu usuario de redes sociales.  A través del ciberespacio los demás pueden analizar tu comportamiento y preferencias. Por tanto, cuida de lo que publicas en tus redes, los usuarios que sigues y lo que proyectas. Esto se ha convertido en algo tan importante, que las empresas, los consulados, e incluso las instituciones financieras rastrean tus datos en Internet para tener un aval de tu «verdadera personalidad».