Marcada en las redes

Las latinas nos distinguimos por cuidar nuestra apariencia. Y las dominicanas somos famosas por lo que invertimos en el cuidado del pelo. Tenemos uno de los mayores porcentajes de consumo per cápita de salones de belleza, a tal punto que, literalmente, ha sido objeto de estudio. Está muy bien poner empeño en tu cuidado personal, pues dicen por ahí que no tienes una segunda oportunidad para dar una primera impresión.

A propósito del pasado mes, donde celebramos a la mujer, ahora te pregunto: ¿Cómo está marcada tu imagen en las redes sociales? ¿Tu huella digital luce tan bien como tu apariencia física?

Y no me refiero a tener un muro bonito en Instagram. A lo que apunto es a qué dice de ti lo que publicas y comentas en los medios digitales. 

Aún con toda la información que existe sobre el impacto de tu “huella digital”, muchas personas parecen ignorarlo.

Por lo tanto, a continuación, te voy a mencionar algunos aspectos en los que te afecta el modo en que tu marca te evidencia en el mundo virtual:

Sobre-exposición.

Mostrar o decir demasiado a veces sobrepasa los límites de lo que los demás quieren ver y saber. Desafortunadamente, enseñar demasiada piel, o apelar a la lástima, se han vuelto algo a los que muchos recurren para llamar la atención y conseguir seguidores. Pero, lamentablemente, la mayoría de los casos, los resultados son más contraproducentes que beneficiosos.

Empleabilidad y negocios.

Ya sea que trabajes para otros o tengas tu propia empresa, la reputación es un factor preponderante al momento de decidir hacer negocios. Por consiguiente, las empresas y personas apelan a las búsquedas en medios digitales, para asegurarse de que tu comportamiento corresponda con quien dices ser.

Reputación y credibilidad.

Los medios digitales se han vuelto una fuente de consulta para los consulados, embajadas, cuerpos castrenses y demás, con el objeto de comprobar relaciones interpersonales, coartadas, entre muchas otras cosas. Y no solo se trata de lo que publicas en tus redes, sino de lo que otras personas también publican. Hay muchas anécdotas de individuos que han sido cachados por fotos que les tomaron desprevenidos y publicadas en perfiles de gente que quizás ni conocían. 

En síntesis, la bipolaridad digital no es viable en un mundo de tal hiperconectividad como el actual. Es más sencillo ser prolijo, auténtico y cuidar lo que publicas. Y cuidarte también de los lugares que frecuentas, las personas que te rodean y tu comportamiento, pues donde menos piensas hay una cámara fotografiando o grabando. 

Por lo tanto ya sabes que, lo quieras o no, estás marcada por las redes.